El Dr. Javier Font, vicepresidente segundo de la Organización Médica Colegial, participó en un debate sobre la comunicación médica, en el marco de ‘La primera cumbre contra el cáncer, organizada por GEPAC y celebrada en la sede del Ministerio de Sanidad, donde manifestó que “para el médico la comunicación es una condición, requisito, herramienta y habilidad fundamentales”
La comunicación es una herramienta de vital importancia en el proceso oncológico, tanto entre el médico y el paciente, como entre los propios profesionales sanitarios. Una buena comunicación facilita que los pacientes y los familiares se sientan mucho más implicados en todo el proceso de la enfermedad, la comprendan y creen una mayor empatía entre ambos y, por lo tanto, aumenten su confianza en el profesional.
En la mesa, que estuvo moderada por Emilio de Benito, periodista de El País y presidente de ANIS, participaron, además del Dr. Font, el Dr. Julio Ancochea, jefe de Servicio de Neumología del Hospital Universitario La Princesa; Dr. Eloy Pacho, paciente y especialista en Medicina Interna; Rodrigo Gutiérrez, director general de Ordenación Profesional del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social; Ramón Frexes, director de Relaciones Institucional de Janssen.
El Dr. Font explicó que la comunicación reafirma el compromiso de la profesión con la sociedad, con el paciente, de los médicos entre sí, con las instituciones y con las redes sociales, porque “para el médico la comunicación es una condición, requisito, herramienta y habilidad fundamentales”. En definitiva, lo que demandan los pacientes es “tratamiento, accesibilidad, trato, atención individualizada y personalizar la atención y la confianza de la ciudadanía se basa en la transparencia, prácticas seguras y decisiones compartidas”.
El vicepresidente segundo de la OMC comentó la importancia de una medicina humanística, que trata de “impedir que se pase de largo junto al hombre, evitar la inhumana separación de persona y enfermedad”. Sobre este asunto, la OMC considera que es “la función y razón de ser de la profesión médica. También destacó que “la relación médico-paciente constituye el núcleo fundamental del ejercicio de la Medicina” e incidió en el objetivo de promoverla como patrimonio cultural de la humanidad. Recordó que “cada vez se da más importancia a la Medicina basada en la afectividad, en la que la relación médico-paciente está basada en el respeto y la confianza mutua, estando las decisiones centradas en el paciente informado y formado; a lo que el médico debe contribuir y para lo que es necesario entrenarse en habilidades de comunicación”.
Desde la OMC se contribuye a la puesta en valor de mecanismos a la humanización de la práctica de la Medicina, “porque si algo tienen que decir los Colegios de Médicos, por encima de todo, es destacar este valor y esta virtud”, aseguró. Así, se mostró partidario del respeto incondicional a la persona, a sus valores y sistema de creencias; de la necesidad de humanizar la salud, que es todo un proceso de interiorización, concienciación y de decisión profesional éticamente responsable; y de la necesidad de promover un modelo de humanización de los servicios de salud caracterizado por el respeto incondicional a la persona, a sus valores y sistema de creencias.
El Dr. Julio Ancochea, jefe de Servicio de Neumología del Hospital Universitario La Princesa, hizo hincapié en que “los médicos somos personas que trabajamos por y para personas, por lo que establecer confianza es la base de la relación médico-paciente” y apuntó que “la comunicación se trabaja y se aprende”.
El Dr. Eloy Pacho, paciente y especialista en Medicina Interna, ofreció su punto de vista como enfermo oncológico y como profesional. Explicó que hay dos maneras de dar malas noticias, la primera es informando y la segunda, comunicando. En ésta última se debe ser cercano, próximo, empático y mostrar “calor humano”.
Rodrigo Gutiérrez, director general de Ordenación Profesional del Ministerio de Sanidad, destacó que “hay que saber escuchar las dudas, experiencias e inquietudes de los pacientes, porque una de las cosas que más valoran es cómo se les trata como personas y hay que saber compaginar la cotidianidad del profesional sanitario con la excepcionalidad que supone para el enfermo”. Para ello, hay que mostrar “respeto, compasión y empatía”.
Por último, Ramón Frexes, director de Relaciones Institucional de Janssen, argumentó que la irrupción de la tecnología ha dejado de lado en algunos casos la humanización y recordó unas palabras del Dr. Albert Jovell en las que señaló que “podría entender que no le curaran, pero le costaría aceptar que no le cuidasen”.
