"Combinar datos de análisis, tratamiento y respuesta clínica en tumores se postula como una necesidad para avanzar más rápido contra el cáncer. Con el requisito de que sea desde el mejor conocimiento de las alteraciones genéticas de los tumores".

Así lo expresaron los ponentes del taller organizado por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), el Instituto de Salud Carlos III (ISCiii) y la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS). Cuyo objetivo fue difundir, a través de los medios de comunicación especializados en salud, un mayor conocimiento de la medicina personalizada. Fundamentalmente, como precisaron, para conocer mejor la biología de cada caso oncológico, expandir la prevención del cáncer y potenciar las estrategias de abordaje de estas patologías muchas veces esquivas.

De forma que esas magnitudes cristalicen, tal como afirmaron, en una estrategia de ámbito estatal que ponga los avances que aún están por llegar al alcance de todos los ciudadanos.

Pie de foto: Dra. Ruth Vera (SEOM)

En su calidad de anfitriona, la doctora Ruth Vera, presidenta de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), afirmó que el progreso de la medicina de precisión, o personalizada, está consiguiendo que se empiece a dejar de hablar del cáncer por su localización para hacerlo sobre las alteraciones genéticas de cada tumor y paciente.

Según sus palabras, se trata de un cambio de percepción y de concepto, que asume, cada vez más, que no hay que hablar de cáncer de mama, o de pulmón, en sentido abierto, sino del biotipo que forma cada paciente y su tumor, a la hora de optar a un tratamiento.

Vera también informó que ya se dispone de datos de meta-análisis de más de 8.000 pacientes con tumores refractarios, que confirman que los tratamientos dirigidos multiplican por dos la supervivencia libre de progresión con mejora paralela de la supervivencia global.

Hechos y promesa de mayores avances que, según la presidenta de los oncólogos del país, tiene que superar obstáculos como la complejidad de la biología celular y los efectos sólo parcialmente avistados en la red de señalización celular que comparten las células sanas y las tumorales.

La doctora Vera  explicó igualmente que SEOM trabaja con todas las instancias necesarias para promover una estrategia estatal que permita investigar las alteraciones genéticas del cáncer e integrar los datos clínicos que se deriven de los tratamientos, al amparo de la medicina de precisión. Una tarea que, según explicó, requiere la elaboración de documentos de consenso actualmente en curso.

Pie de foto: Dr Jesús Fernández Crespo (ISCiii)

El director general del Instituto de Salud Carlos III, doctor Jesús Fernández Crespo, fue el encargado de incardinar la medicina personalizada en el sistema público español, tanto en su vertiente clínica como investigadora. Para ello, refirió programas y proyectos nacionales e internacionales.

Fernández Crespo se mostró convencido de que este tipo de medicina, apoyado en las tecnologías ómicas más avanzadas y el "Big Data for Health" tienen un enorme potencial para el desarrollo científico, tecnológico y económico del país, junto a la mejora del estado de salud de los ciudadanos. Como un permanente estímulo, razonó, para el ciclo de la innovación que debe tener siempre al paciente como eje de su actividad, bajo parámetros de calidad y eficiencia.

Dentro de los 242 proyectos de medicina personalizada a los que da soporte el ISCiii, Fernández Crespo citó los 110 destinados a Oncología, con un 45% que se sitúa por encima de la media europea, situada en el 41%. Citando también los 17 proyectos de reumatología, los 22 de cardiología, los 23 de neumología, los 11 de enfermedades infecciosas, los 7 de endocrinología y los 9 de pediatría, dentro de una acción estratégica de salud que alcanza el 7% en España y el 14% en la media de la UE. Y donde el país participa en iniciativas internacionales como PÉR-MED y la Conferencia Mundial de Medicina Personalizada, celebrada en 2016 como última edición hasta la fecha.

En un contexto mundial en el que el director general destacó los programas genómicos de Francia, Reino Unido, Suiza y EE.UU. Con progresos generalizados que se deben gracias a que secuenciar un genoma, que en 2001 costaba 100 millones de dólares, hoy solo cuesta 1.000 dólares.

Pie de foto: Prof. Humberto Bustince (Universidad de Navarra)

Como tercer ponente, el catedrático y experto en Computación de la Universidad de Navarra y la Universidad de Nottingham (Reino Unido), Humberto Bustince, aportó detalles de la forma en la que la inteligencia artificial puede ayudar al avance de la medicina personalizada.

Para ello, ante el interrogante de saber, si las máquinas serán capaces de pensar algún día, afirmó que sí; al igual que un día las máquinas aprendieron a volar gracias al ingenio humano.

Para corroborarlo. Bustince transitó del Deep Learning al Big Data, para llegar a la Ciencia de Datos, con potenciales usos en pacientes polimedicados expuestos a efectos adversos, tumores que precisan su exacta determinación y el ictus, enfermedad cerebrovascular de muy alta prevalencia.

Bustince definió la ciencia de datos como el poder capaz de extraer conocimiento inteligente a partir de los datos. Un potencial en sanidad al que unió la minería de datos, que logra aprender del pasado para fundamentar decisiones futuras. Como por ejemplo, la posibilidad de desarrollar una depresión.

También dentro de la ciencia de datos, Bustince habló de audífonos que son capaces de separar el ruido ambiental del sonido que interesa a la persona con el sentido del oído disminuido. O como la Universidad de Hopkins, que ofrece modelos predictivos de enfermedades estacionales como la gripe.

Pie de foto: (centro Dcha) Emilio de Benito (ANIS)

En cuanto a la medicina personalizada, el ponente citó Oncona Medical, que permite adaptar la dosis del medicamento a cada paciente. Además de la segmentación de imágenes de ultrasonidos y la detección de bordes para el cálculo del tamaño de la próstata.

En términos de inteligencia artificial, el experto en computación concluyó afirmando que las máquinas ya son capaces de diagnosticar y pronosticar las lesiones tumorales de la piel, mejor que la mayoría de dermatólogos.