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Prestar atención a ciertos comportamientos y reacciones en clase puede servir para detectar una pérdida auditiva infantil en las primeras etapas. Siguiendo una lista de pequeños consejos, los profesores también pueden ayudar a mejorar la integración de estos niños durante el curso.

Madrid, 9 de septiembre de 2021.- Tras el parón de las vacaciones, los pequeños de la casa vuelven a la rutina, y, por lo tanto, al colegio. Con la vuelta a las aulas, llega también la preocupación de los padres por la evolución de los hijos durante el curso. Contar con una coordinación fluida entre padres y profesores puede ayudar a detectar cualquier problema de desarrollo y mejorar el progreso educativo de los más pequeños en este periodo clave.

“Los problemas de audición pueden ser la causa del fracaso escolar de muchos pequeños, incluso aunque sea una pérdida auditiva leve. Si no detectamos el problema a tiempo este tipo de alteraciones podría dificultar uno de los principales canales para el aprendizaje. El motivo es que los alumnos con pérdida auditiva no pueden escuchar bien las clases y pierden la concentración y, lo que es aún más importante, la motivación para seguir la clase”, explica Julio Rodrigo Dacosta, director general de MED-EL España y Portugal.

Por eso, es fundamental que padres y profesores, que son quienes más en contacto constante están con los niños, presten especial atención a los principales síntomas o signos de una posible pérdida auditiva:

  • Falta de respuesta ante una llamada o un estímulo auditivo. Incluso si antes respondían con normalidad y ahora han dejado de hacerlo.
  • Interrupción o ralentización en el desarrollo del lenguaje y el habla.
  • En ciertos casos, la pérdida auditiva puede suponer una reducción en el rendimiento escolar y ser confundida con trastornos de la atención.

La hipoacusia es una disminución auditiva que puede darse en diferentes grados, desde una pérdida auditiva leve o moderada hasta una severa o profunda. Y también puede estar relacionada con causas genéticas, enfermedades o factores de riesgo durante el embarazo o darse al momento del nacimiento. Pero también puede aparecer durante los primeros años de vida del niño, en la juventud o en una edad avanzada de la vida.

El correcto desarrollo intelectual y social de un niño depende, en una parte importante, del buen funcionamiento del oído y de la comprensión auditiva. Durante la pandemia, en muchos casos dejaron de realizarse los chequeos pertinentes y muchos niños con hipoacusias que podrían necesitar de un audífono o de un implante auditivo para poder escuchar, suspendieron sus revisiones. Por ello, es importante que estas se vuelvan a retomar e iniciar el tratamiento oportuno en caso de ser necesario. Cuánto antes se inicie con el tratamiento, más probabilidades de mejora existirán.

Una pronta identificación, intervención y tratamiento a través, por ejemplo, de implantes auditivos puede ayudar a los niños con pérdida auditiva severa. “Los implantes cocleares son una gran opción para devolver las habilidades auditivas a los pequeños con hipoacusias neurosensoriales de severas a profundas, y con ello mejorar sus resultados educativos y su capacidad de socialización, especialmente en edades tempranas. Es entonces cuando los niños exploran su entorno y aprenden a relacionarse con sus compañeros”, indica Julio Rodrigo.

10 Claves para ayudar en el aula a un niño con pérdida auditiva

La coordinación entre los diferentes profesionales que intervienen con el niño y las condiciones de las aulas (el nivel de reverberación, ruido, situación...) son fundamentales para el desarrollo óptimo de un niño implantado. Entre los principales consejos que los profesores deben seguir para ayudar a los pequeños con pérdida auditiva en el aula destacan:

  1. Pautar reglas de comunicación y turnos de palabra en el aula, así como colocar al alumno con pérdida auditiva cerca del profesor. Las conversaciones en paralelo y el ruido de fondo dificultan en gran medida la comprensión auditiva de un niño con implante auditivo.
  2. Repetir o parafrasear las respuestas y comentarios de los compañeros cuando no sean del todo claras. Así todos los niños podrán oír y comprender todo lo que se dice en el aula.
  3. Mostrarse accesible y visible al alumno con pérdida auditiva. Estos niños habitualmente emplean recursos visuales como la lectura de labios o las expresiones faciales para comprender la lengua hablada.
  4. 4.En el caso de que las clases se desarrollen en formato online, situarse convenientemente frente a la cámara, asegurándose de que no se produzcan sombras ni efectos de luz en el rostro, para que los alumnos puedan leer correctamente los labios y utilizar un fondo plano que no interceda en la comunicación.
  5. Emplear imágenes e iconos visuales puede ayudar a los alumnos con pérdida auditiva a seguir de forma sencilla los principales aspectos de cada lección.
  6. Anotar por escrito la información clave de cada lección para asegurarse de que todos los alumnos siguen la clase y que tienen acceso a toda la información clave en caso de que no entiendan algo.
  7. Proporcionar material de apoyo por adelantado a los alumnos con pérdida auditiva cuando y donde sea posible. Información como, por ejemplo, un glosario de términos, puede ser especialmente útil para mejorar la comprensión de cada tema.
  8. Invitar a los alumnos con perdida auditiva a comunicarse con el profesor siempre que no entiendan o no escuche correctamente alguna información y si necesitan profundizar en algún aspecto.
  9. Confirmar con relativa frecuencia entre los alumnos con pérdida auditiva que van entendiendo los puntos clave de cada lección.
  10. Emplear la opción de subtítulos a la hora de visionar cualquier recurso audiovisual necesario para el desarrollo de la clase. Esto ayudará a los alumnos a apoyarse en el texto para mejorar su comprensión.

Por último, es obligado recordar a toda la población que la pérdida auditiva, antes de tratarla, siempre es mejor prevenirla. Es recomendable evitar que los niños estén expuestos a ruidos de elevada intensidad -más de 80 dB- como, por ejemplo, escuchando música alta. De ser necesario que se expongan a ruidos de alta intensidad deberán utilizar siempre una protección auditiva adecuada. Además, “siempre será necesario visitar a su especialista en otorrinolaringología de forma regular y, especialmente, ante cualquier sospecha de pérdida auditiva”, concluye Julio Rodrigo.

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