El Debate sobre el Estado de la Región desarrollado estos días en la Asamblea de Madrid deja patente el peso que los asuntos sanitarios tienen en nuestra Comunidad y, en ese sentido, desde el Colegio Oficial de Enfermería de Madrid se valora positivamente el tiempo dedicado por la presidenta de la Comunidad a los mismos, sin dejar pasar por alto, no obstante, ciertas precisiones a las medidas dadas a conocer y que afectan tanto a la Profesión Enfermera en particular como a los ciudadanos en general.

En primer lugar, el compromiso de incorporar más de 32.000 profesionales sanitarios como personal estatutario fijo del SERMAS. En ningún caso supone un incremento de los RRHH actuales, ya que esta medida se toma a consecuencia de la necesidad de estabilización del empleo público a la que están obligadas las administraciones por exigencia de la Unión Europea.

En segundo lugar, el pago de la Carrera Profesional al personal estatutario temporal antes de que finalice este año, anunciado como un aumento de sueldo de los sanitarios, es un derecho de los profesionales que la Administración se ha visto obligada a abonar, tras años de reclamaciones ganadas en los tribunales.

La presidenta regional, además, se ha comprometido a desarrollar más el papel de las enfermeras para que atiendan “procesos de baja complejidad y seguimiento de pacientes crónicos y pluripatológicos”. Desde el CODEM reclamamos el desarrollo completo de las competencias enfermeras en la Región para que se preste una atención sanitaria más ágil, efectiva y de calidad, también en la asistencia a los cuidados más complejos y especializados que nos demandan los ciudadanos madrileños.

Con respecto al anuncio de la reapertura de las urgencias extrahospitalarias, desde el Colegio seguimos insistiendo en que se lleve a cabo de manera inmediata, ya que no es demorable la atención en un servicio de urgencias de proximidad, necesario y bien valorado por los ciudadanos.

En cuanto a la implantación de la videoconsulta en toda la red madrileña, desde el CODEM entendemos que este servicio puesto en marcha en las urgencias de cuatro hospitales de la región no responde a las necesidades de los madrileños, ni evita desplazamientos y se contradice con las estrategias de humanización de las que hace gala el Gobierno regional. Esta implantación debe considerarse para cuestiones que sí ahorren tiempo y desplazamientos, pero no para primeras consultas que requieren de una valoración necesaria.

Por otro lado, la presidenta regional ha mostrado su compromiso por reducir los tiempos de espera para diferentes intervenciones y pruebas diagnósticas, lo que a nuestro juicio resulta imprescindible para garantizar una atención de calidad a los ciudadanos por parte de las enfermeras y resto de profesionales, pero que no puede, como el resto de buenos propósitos anunciados, quedarse en una declaración de buenas intenciones sino que, resultan de manera inaplazable, de obligado cumplimiento.